miércoles, 23 de diciembre de 2009

Madrid en diciembre

No me daba la gana terminar el año lamentándome de lo malo que había sido... y no lo hice. Me fui a llenarme de besos, abrazos y música a la ciudad donde mis sueños se hicieron tantas veces realidad.





Este fin de semana he estado en Madrid. Me encanta esa ciudad, me ha gustado siempre, antes durante y después de haber vivido allí. Madrid es una ciudad llena de vida y de tristeza, pero es que hasta su tristeza es bella. Aunque lo más importante de Madrid es la gente que vive allí, sin ellos Madrid no sería lo que es ni yo sería lo que soy. Voy a echarla de menos hasta que vuelva... aunque en realidad tengo la sensación de que nunca me he ido del todo.

La protagonista de la primera parte de estos días en Madrid ha sido Esther, que ha tenido la gran amabilidad de dejarse convencer para disfrutar de unos días diferentes antes de que termine el año, para empezar con buen pie, claro. Esther vivió en Madrid los primeros años de su vida y hacía mucho tiempo que no pisaba esas calles. Ha sido muy especial estar a su lado mientras volvía a descubrir los sitios donde su padre la llevaba de pequeña, me ha contagiado de su ilusión y me ha aguantado la misma pregunta una y otra vez durante todo el viaje: "¿Te lo estás pasando bien, de verdad?", pobrecita mía, que paciencia ha tenido. Lo que no sabía Esther es la cantidad de gente y de música que iba a conocer en estos días, espero que no se haya saturado y que quiera volver a recorrer conmigo el camino del Barcelona8 al Libertad8 de madrugada.

Siempre me pasa lo mismo cuando vuelvo, quiero estar con todas las personas a las que añoro y aunque intento estirar el tiempo todo lo que puedo, siempre me quedan abrazos por dar y conversaciones pendientes, nunca estoy mucho tiempo en el mismo sitio y llego a casa totalmente agotada, aún así merece la pena cada minuto que pierdo de sueño para estar con ellos.

El pimer día y nada más llegar paseé sola por mi antiguo barrio (Sol) para sentir el cálido frío de Madrid. Nos recibió con una sonrisa la Anfitriona con mayúsculas de Madrid: Victoria. Después se sucedieron quedadas en el Km 0 una y otra vez, abazos, besos y muchas cosas que contar. Reencuentros, toallas, Baileys y luces de navidad por todas partes. Huevos rotos con jamón, tostas del Malaspina y unos ojos verdes que hacía años que no veía... resulta que este fin de semana estábamos casi todos en Madrid. No podía ser mejor. Prisas, frío por Alcalá y Gran Vía, llegamos a Chueca y empieza a sonar la música en la mesa de siempre... Robinson, Peter Parker, Damien Rice, REM y los Rolling llenaron la noche. Vic, Ana, Laura, Fran, Pascu y más paseos por Gran Vía de madrugada. De pronto Elena más guapa que nunca, la luz de Estela, Candela, Manolo, Tontxu, Carlitos, Helión y Dani y ya estaba en casa. Y una sorpresa totalmente inesperada y fantástica: Carlos, al que no veía desde un concierto de Silvio en Sevilla hace muchos años. Y muchos más abrazos y muchos más besos.

El segundo día empezó al mediodía. De vuelta al Km0 y hasta allí llegó la brisa de las playas de Cádiz y Valencia. Subimos un poco más y al poco también soplo la brisa del norte. Paseamos por el Retiro, congelados y felices. Paco y Maribel huyeron del frío y nosotras volvimos a Sol planeando la noche y confirmando citas y más besos. Y la noche empezó con el abrazo esperadísimo de la chica con nombre de cantautor a la que tanto echo de menos sin apenas conocerla. Medio concierto por un lado, otro medio por otro, y Adán al piano y Fran a la voz me dejaron clavada en la silla del Libertad8, quieta... si alguien me hubiese movido en ese momento me habría deshecho en lágrimas. Nuevas caras y nuevos besos: mis niñas Goizueta a las que adoro, Pablo, Diego, Marjorie y muchas manos que despertaron muchas, muchas risas.

El tercer día no recuerdo cuando empezó, pero recuerdo que terminó nevando. De nuevo al Malaspina a comer tostas y croquetas y a la Tintorería para seguir haciendo lo mismo. Mi Esther del norte me recordó los planes que aún tenemos pendientes y, después de rodearnos de letras en la Casa del Libro, nos fuimos a Atocha para despedirnos de mi Esther del sur. Después calefacción, ducha y prisas. "No me puedo creer que no conozcas La Latina". Una cena perfecta en la mejor compañía. Preguntas, respuestas y la certeza de que una nueva y buena amistad acababa de empezar. Vinos en el Libertad8, copas en el Barcelona8 y la noche oscura de Madrid empieza a pintarse de blanco. Me costó llegar resbalándome en la nieve...

El cuarto día tenía que volver a casa pero la nieve me sirvió de excusa para alargar mi fin de semana dos días más... me encanta el frío. Ana me acoge en su Torre de Babel y a partir de ahí ya no diferencio el día de la noche. Películas argentinas, espaguetis bolognesa y décimos de lotería a medias. Concierto con sabor canario y sensibilidad a flor de piel, Noe, Pablo y Gonzalo. Y más besos y muchos más abrazos.

Creo que amaneció el quinto día, pero no lo recuerdo bien. Sólo recuerdo colchones en el suelo, leche con miel, mantas, una tele más grande que la pared y a Capone dando saltos y pisándonos. Tampoco recuerdo si comí, creo que tomé sopa... lo que sí recuerdo son las velas de vainilla y la gente mojándose por Carretas. En taxi a toda prisa hacia el Galileo y Tontxu desde el escenario arrancándonos risas y lágrimas, todo a la vez. De pronto llega Jana, quien no había llamado a nadie pero tenía la seguridad de encontrarnos a todos allí... y allí estábamos, todos... o casi. Cae la lluvia con fuerza en Madrid y hacemos la última visita el Libertad8. Y yo, que ya estaba agotada, volví a casa con la intención de dormir sin saber que aún me esperaban Jack Nicholson y El Resplandor enredada en brazos... esta vez sin besos, sólo abrazos.

Escribo ésto en el tren de vuelta a casa, agotada y feliz y sabiendo que, en realidad, el 2009 no ha sido tan mal año.

martes, 8 de septiembre de 2009

Despierta...




... Y aquí estoy, despierta, pero sin moverme demasiado, no vaya a ser que el mundo se dé cuenta de que ya no sigo durmiendo...

lunes, 15 de junio de 2009

Mi derecho a estar fuera de cobertura


El sábado salí a cenar con una amiga. Hacía tiempo que no nos veíamos y teníamos cosas que contarnos. Pedimos una mesa de dos, pero teníamos que haberle dicho al camarero que no sabíamos con cuánta gente íbamos a cenar porque al final creo que fuimos unos quince... y es que nuestros móviles no pararon de sonar durante toda la cena. Primero fue la hermana de Mª José (la amiga con la que cenaba) para preguntarle dónde estaba, después mi madre, que si iba a ir a casa a cenar, Nico que llamaba para contarme las últimas novedades, Antoñi para saber a qué hora llegaría Mª José, sms de Elena y Ana para ver cómo había llegado de Madrid... y así toda la cena.

Estoy cansada de estar dependiendo del móvil todo el tiempo. Si estoy en un sitio sin cobertura me angustio... ¿y si me llaman justo en ese momento para una urgencia? (teniendo en cuenta que no soy ni bombero ni médico ni nada parecido no debería preocuparme tanto, ¿qué podría hacer yo en una urgencia? En fin... ). Si estoy en la playa y me apetece darme un baño, aviso a los que se quedan en la toalla: "Si me llaman al móvil lo cogéis, a ver si va a ser importante". Cuando voy conduciendo tengo el manos libres cerca, por si acaso ¿y si me llama alguien y se enfada porque no contesto?. Soy una esclava del móvil...

No voy a entrar en valorar cómo nos hemos ido haciendo dependientes de lo que en un principio nos haría más libres, ni cómo las nuevas tecnologías se van incrustando en nuestras rutinas... Que cada cual piense lo que quiera. Yo particularmente me he cansado de creer que tengo que estar siempre disponible y REIVINDICO MI DERECHO A ESTAR FUERA DE COBERTURA.

Y es que, también, como además de ser esclava del móvil soy consumidora en potencia, hace tiempo me compré un móvil con pantalla táctil... ¿Ventajas? Ninguna. ¿Inconvenientes? Mi móvil tiene una vida social aparte de la mía. Como es táctil, cada vez que lo echo al bolso se desbloquea solo y empieza a llamar en orden alfabético a todos mis contactos: Alberto, Álvaro, Ana, Andrés, Ángel, Antoñi, etc...

Por éstos y otros motivos he decidido apagar el móvil... al menos un ratito... los días pares... o durante la cena... o algo.

sábado, 23 de mayo de 2009

Mariposas



(Mate, Minerva y Patria Mirabal)

Para mí la historia de estas hermanas empezó con un libro, La Fiesta del Chivo, donde se hacía una breve mención a su asesinato... luego traté de olvidar el libro y todo lo leído en él. Años después otro libro llamó mi atención en la misma tienda de la estación de Santa Justa, éste se llamaba En el tiempo de las mariposas y contaba la historia de las hermanas Mirabal y el motivo de su asesinato en 1960 en la República Dominicana a manos de los hombres del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Pudo más la curiosidad por conocer la historia de estas hermanas que el profundo estupor que me produjo la novela de Vargas Llosa.

El libro de Julia Álvarez narra la vida de las cuatro hermanas Mirabal: Patria, Dedé, Minerva y Mate. Comienza en 1994 cuando una periodista estadounidense entrevista a Dedé, la única hermana que sigue con vida. Es entonces cuando se trasladan a 1938 y, a través de los recuerdos de Dedé y a veces de los de sus propias hermanas, Julia Álvarez comienza a contarnos la historia de las Mariposas.

Minerva fue la primera que se opuso al régimen de Trujillo, después se uniría su hermana pequeña Mª Teresa (Mate) y más tarde Patria, la hemana mayor, que halló el camino de la revolución a través de la iglesia. Pertenecían al movimiento revolucionario clandestino 14 de Junio donde se las conocía con el nombre clave de las Mariposas. Minerva y Mate fueron arrestadas y torturadas en varias ocasiones hasta que, finalmente, el 25 de noviembre de 1960, fueron asesinadas junto a Patria cuando volvían de visitar a sus maridos, encarcelados por pertenecer al mismo movimiento revolucionario. También fue asesinado Rufino de la Cruz, el chófer que las llevaba de vuelta a casa. Según la versión oficial la muerte de las hermanas fue un accidente, pero pronto se supo la verdad y el asesinato de las Mariposas, que conmocionó al pueblo dominicano, se convirtió en el principio del fin del régimen de Trujillo, que fue asesinado el 30 de mayo de 1961.

Patria, Minerva y Mate tenían respectivamente 36, 34 y 25 años cuando fueron asesinadas. Hoy son heroínas nacionales. Cada 25 de noviembre desde 1981 se celebra el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer y en noviembre de 2007 se cambió el nombre de Salcedo, provincia donde nacieron, por el de Hermanas Mirabal. La casa donde crecieron y vivieron sus últimos años se conserva aún y es hoy día un museo. Muy cerca de allí vive Dedé, la única hermana que queda con vida.


Mientras termino de escribir suena de fondo "Mariposas" de Silvio Rodríguez. Cuenta Silvio que "... las mariposas simbolizaban el alma de los guerreros que, habiendo caído en combate, regresaban a la tierra de esa forma colorida y hermosa para embellecer la vida de los hombres... "

domingo, 15 de febrero de 2009

Rockola.fm

Había escuchado hablar alguna vez de Rockola.fm pero nunca me había dado por entrar en su página. Hace unos días, con motivo de los conciertos que han empezado en Madrid en las salas Barcelona 8 y Caravan, decidí entrar para echar un vistazo y me he enganchado totalmente a su página.

Hace mucho tiempo yo escuchaba mucho la radio: por la mañana escuchaba "Anda ya" de los 40 Principales, después cambiaba a Europa FM y por la noche me dormía escuchando "Océano Pacífico" de la Cadena Dial. Después vino Kiss FM, aunque pronto me cansé. Pero ésto fue hace mucho tiempo, antes de que empezaran a sonar siempre las mismas canciones una y otra vez pusieras la emisora que pusieras y las ondas se llenaran de publicidad insoportable. Llegaron internet, el e-mule, el Nero... y yo dejé de oir la radio.

Lo que más echo de menos de la radio es descubrir nuevas canciones, pero es complicado, porque para decubrir una nueva buena canción tienes que escuchar primero cientos de canciones comerciales que te las meten hasta en la sopa y al final acabas apagando la radio y poniendo el reproductor de tu ordenador, donde, al fin y al cabo también suenan siempre las mimmas canciones, pero al menos sabes con seguridad que te van a gustar.

Y ahora he descubierto Rockola.fm...


Rockola.fm es una radio online totalmente gratuíta donde tú decides qué quieres escuchar. Tienes muchas opciones y todas son buenas. Lo primero que me llamó la atención es que puedes escuchar una selección de canciones dependiendo de tu estado de ánimo: tú decides la época de las canciones, el idioma, tu estado de ánimo y empiezan a sonar miles de canciones...



Esta radio aprende de tus gustos: si más la escuchas, más se adaptan las canciones a tus gustos. Cada vez que suena una canción vas a poder ver quién la canta y cómo se llama la canción y justo debajo de esa información hay dos opciones "me gusta" y "no me gusta". Si la canción te gusta, le das a la primera opción y cada vez sonorá más música parecida; si no te gusta, le das a la segunda opción y ese tema no volverá a sonar más.




Y aún hay más. Por ejemplo, si está sonando "Qué andarás haciendo" de Ismael Serrano (es lo que está sonando ahora mismo en mi radio), también aparece más información sobre ese artista: biografía, discos y en algunos casos próximos conciertos. Y además (y ésto sea quizás lo que más me guste) Rockola.fm te sugiere artistas parecidos al que estás escuchando en ese mismo momento... es una pasada.



Hay además más de 80 emisoras Rockola establecidas que también puedes escuchar y la posibilidad de crear tus propias emisoras... y muchas posibilidades más que no os voy a contar porque será genial que lo descubráis vosotros mismos.

Espero que os guste tanto como a mí.

http://www.rockola.fm/